A principios del mes de Diciembre del recién pasado año (2009), Alfredo Castillo, que forma parte del equipo Master de Baloncesto “Los Renegados” y que a la vez es figura fundamental del Centro de Acción Cultural, Inc. (CENACUL), comentó con varios de los miembros del equipo master de baloncesto, la idea de “realizar una acción de solidaridad al inicio del año”.
Su idea es de que sin mucha escándalo, sin algarabía, nos juntáramos un grupo de amigos y fuéramos a realizar algún aporte a una institución de carácter social que estuviera realizando algún tipo de trabajo en beneficio de alguna comunidad y que de lo poco que tenemos, pudiéramos aportarle algo a la labor que realiza la institución que escogiéramos.
La idea nos pareció excelente (al equipo Master de Baloncesto Los Renegados), especialmente en este tiempo de tanto individualismo y protagonismo, de manera que empezamos a perfilar lo que debía ser la actividad a realizar ese día.
Lo primero que decidimos fue a quienes convocar a tal efecto y utilizar a nuestros relacionados para recabar de su apoyo a tal iniciativa en lo concerniente a conseguir alimentos, ropa, zapatos y medicamentos, así como a utilizar nuestros conocimientos como activistas socio-culturales para montar un espectáculo infantil dirigido a estos niños y niñas.
Perfilamos una presentación infantil, por lo que nos dirigimos a otro activista sociocultural, comprometido con las comunidades pobres, en este caso con Tony Estrella, declamador afroantillano y dirigente de la Casa de la Cultura de Cristo Rey.
Tony estrella se comprometió con la iniciativa y a su vez, nos sirvió de enlace para contactar a Luis Acosta Moreta a quien le presentamos una solicitud de apoyo que fue acogida por este, brindándonos cobertura en cuanto a la presentación de uno de los Batón Ballet de la DGDC, la Banda de Música que acompaña a los Batón Ballet y el Transporte de todo el personal que aportó su solidaridad y que participamos en el evento de referencia.
La fecha escogida para realizar la visita fue para el 02 de Enero del 2010 y la institución fue El Orfanato de Boyá, institución social que viene funcionando desde hace muchos años sirviendo de casa de acogida a niños/as huérfanos/as o que sus padres y madres se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica que les impide asumir como es debido, el suplirles sus necesidades básicas de alimentación, salud y educación.
Nadie puede dar lo que no tiene, por lo que los padres de estos niños/as no le pueden proporcionar educación si nunca a ellos se les proporcionó.
De igual modo, no le pueden dar alimentación, cuando ellos no tienen lo suficiente para alimentarse adecuadamente.
No pueden abastecer de medicamentos y atención médica a sus hijos, cuando ellos mismos no tienen un adecuado servicio de salud ni las debidas orientaciones básicas que les permitan prevenir una serie de enfermedades al no tener ni siquiera la información y educación básicas en este sentido.
Una de las primeras cosas que definimos fue la de no solicitar apoyo económico de ninguna clase, sino colaboraciones en especias, tales como comida, enlatados, juguetes, ropa, calzado, medicamentos, útiles de higiene personal tales como cepillos dentales, detergente, jabón, cloro, desinfectantes, etc.
Para la realización de la actividad, le solicitamos colaboración a varias personas relacionadas con los que nos comprometimos en la realización del encuentro y EN BASE A NUESTRA RELACION DE AMISTAD, recibimos su valioso apoyo.
A todas estas personas, mil gracias por hacer posible esta idea que pudimos convertir en una realidad.
Un elemento muy importante fue la visita previa que realizamos al orfanato, cinco días antes de la fecha establecida, como una especie de reconocimiento de la institución y del área o espacio físico.
En esta visita, contactamos al señor Roberto Danese, de nacionalidad italiana, misionero que se encuentra en esa zona de la provincia de Monte Plata desde hace más de veinte (20) años trabajando socialmente y que dirige varias casas de acogida en dicha provincia, quien conjuntamente con la Hermana María Batista, (también misionera) dirigen el orfanato de Boyá.
En dicha importante labor cuentan con un grupo de colaboradores y asistentes que le ayudan en la delicada labor que desempeñan, incluyendo algunos que en su niñez, fueron también acogidos/as en alguno de los proyectos que hacen este tipo de trabajo, como es el caso de Rubén, que estudia en la Universidad del Caribe pero que aporta en todo lo que puede para el funcionamiento de dicha casa de acogida.
Lamentablemente los recursos con que cuentan estas personas son de limitadísima proporción, lo que les impide asumir cada tarea con la holgura que requiere, por lo que cualquier tipo de contacto con posibles donantes será siempre de muchísima ayuda para ellos.
Exhortamos a quienes estén en disposición de aportar o de contactar a alguien que pueda colaborar, a hacer comunicación con nosotros para tales fines.
Muchas gracias.
Su idea es de que sin mucha escándalo, sin algarabía, nos juntáramos un grupo de amigos y fuéramos a realizar algún aporte a una institución de carácter social que estuviera realizando algún tipo de trabajo en beneficio de alguna comunidad y que de lo poco que tenemos, pudiéramos aportarle algo a la labor que realiza la institución que escogiéramos.
La idea nos pareció excelente (al equipo Master de Baloncesto Los Renegados), especialmente en este tiempo de tanto individualismo y protagonismo, de manera que empezamos a perfilar lo que debía ser la actividad a realizar ese día.
Lo primero que decidimos fue a quienes convocar a tal efecto y utilizar a nuestros relacionados para recabar de su apoyo a tal iniciativa en lo concerniente a conseguir alimentos, ropa, zapatos y medicamentos, así como a utilizar nuestros conocimientos como activistas socio-culturales para montar un espectáculo infantil dirigido a estos niños y niñas.
Perfilamos una presentación infantil, por lo que nos dirigimos a otro activista sociocultural, comprometido con las comunidades pobres, en este caso con Tony Estrella, declamador afroantillano y dirigente de la Casa de la Cultura de Cristo Rey.
Tony estrella se comprometió con la iniciativa y a su vez, nos sirvió de enlace para contactar a Luis Acosta Moreta a quien le presentamos una solicitud de apoyo que fue acogida por este, brindándonos cobertura en cuanto a la presentación de uno de los Batón Ballet de la DGDC, la Banda de Música que acompaña a los Batón Ballet y el Transporte de todo el personal que aportó su solidaridad y que participamos en el evento de referencia.
La fecha escogida para realizar la visita fue para el 02 de Enero del 2010 y la institución fue El Orfanato de Boyá, institución social que viene funcionando desde hace muchos años sirviendo de casa de acogida a niños/as huérfanos/as o que sus padres y madres se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica que les impide asumir como es debido, el suplirles sus necesidades básicas de alimentación, salud y educación.
Nadie puede dar lo que no tiene, por lo que los padres de estos niños/as no le pueden proporcionar educación si nunca a ellos se les proporcionó.
De igual modo, no le pueden dar alimentación, cuando ellos no tienen lo suficiente para alimentarse adecuadamente.
No pueden abastecer de medicamentos y atención médica a sus hijos, cuando ellos mismos no tienen un adecuado servicio de salud ni las debidas orientaciones básicas que les permitan prevenir una serie de enfermedades al no tener ni siquiera la información y educación básicas en este sentido.
Una de las primeras cosas que definimos fue la de no solicitar apoyo económico de ninguna clase, sino colaboraciones en especias, tales como comida, enlatados, juguetes, ropa, calzado, medicamentos, útiles de higiene personal tales como cepillos dentales, detergente, jabón, cloro, desinfectantes, etc.
Para la realización de la actividad, le solicitamos colaboración a varias personas relacionadas con los que nos comprometimos en la realización del encuentro y EN BASE A NUESTRA RELACION DE AMISTAD, recibimos su valioso apoyo.
A todas estas personas, mil gracias por hacer posible esta idea que pudimos convertir en una realidad.
Un elemento muy importante fue la visita previa que realizamos al orfanato, cinco días antes de la fecha establecida, como una especie de reconocimiento de la institución y del área o espacio físico.
En esta visita, contactamos al señor Roberto Danese, de nacionalidad italiana, misionero que se encuentra en esa zona de la provincia de Monte Plata desde hace más de veinte (20) años trabajando socialmente y que dirige varias casas de acogida en dicha provincia, quien conjuntamente con la Hermana María Batista, (también misionera) dirigen el orfanato de Boyá.
En dicha importante labor cuentan con un grupo de colaboradores y asistentes que le ayudan en la delicada labor que desempeñan, incluyendo algunos que en su niñez, fueron también acogidos/as en alguno de los proyectos que hacen este tipo de trabajo, como es el caso de Rubén, que estudia en la Universidad del Caribe pero que aporta en todo lo que puede para el funcionamiento de dicha casa de acogida.
Lamentablemente los recursos con que cuentan estas personas son de limitadísima proporción, lo que les impide asumir cada tarea con la holgura que requiere, por lo que cualquier tipo de contacto con posibles donantes será siempre de muchísima ayuda para ellos.
Exhortamos a quienes estén en disposición de aportar o de contactar a alguien que pueda colaborar, a hacer comunicación con nosotros para tales fines.
Muchas gracias.
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